Cuando mi compañero Miguel me pidió que le ayudara con el grupo de teatro, nunca pensé que fuera a ser una experiencia tan maravillosa.
Yo tengo madera de espectador, no soy mujer de teatro, pero el entusiasmo tanto de Miguel como de los niños te va enganchando poco a poco y al final caí en la trampa.
Emprendimos un corto viaje teatral, lleno de inconvenientes y malas pasadas, pero también había muy buenos momentos ( ¿no es verdad, Patri y Loly?), y esos son los que han hecho que nuestro sueño haya sido realidad.
Y llegó el día del estreno, día de nervios, de tensiones y mucho calor.
La sala estaba llena de padres, amigos y compañeros, y esa situación nos ponía más nerviosos, aunque disimulábamos. Unas horas antes todo era un horror y en milésimas de segundos todo cambió...todo se cubrió de magia, ya cada uno se disfrazó de su personaje y dejamos de ser nosotros mismos. Ya no importaron los nervios, las tensiones y el calor...lo importante estaba encima de las tablas...Y llegó el éxito. Nuestro sueño se había cumplido.
Muchas gracias a todos
Tuve la gran suerte de asistir a la segunda representación de la obra, y tengo que decir que cumple lo que promete: hace reir, hace pensar y emociona... Sus armas son muy sencillas: honradez, historias de todos los días, un elenco muy metido en su papel y mucho cariño. Después de dos horas y pico de función quedaban ganas de saber cómo seguía la vida de esos personajes... así que espero poder enterarme el próximo año. Enhorabuena a todo el grupo de teatro.
ResponderEliminarTuve la suerte de asistir al estreno de este maravilloso proyecto. Maravilloso porque ver a un grupo de jovenes, en los tiempos que corren, trabajando con sus profesores en una obra de teatro es simplemente MARAVILLOSO. Os felicito a todos, en especial a Miguel (alma de la obra) y a Conchi (colaboradora y entusiasta fiel); os animo también a continuar sembrando para que en el futuro recojais tan bonitos frutos.
ResponderEliminarCristina Escorial