Día tras día asumo la dificultad de mi trabajo. Y a pesar de que salgo, a veces, con los ánimos en los pies, cansada de comprobar la inexistencia de la educación y el respeto en las aulas, todavía en el fondo de mi ser tengo ilusión para volver cada mañana a intentar sembrar las ideas que me han hecho ser como soy y trabajar donde trabajo.
Después de una semana desastrosa; de camino a casa, pienso en mi situación como tutora de 2º A(tela!!!); y llego a la conclusión de que a pesar de todo hay alumnos por los que merece la pena seguir al pie del cañón(con el miedo de caer derrotada). Así que el lunes planteé una actividad lúdica para el Día de la No Violencia y la Paz; y cual fue mi sorpresa que mi propuesta es acogida gratamente. El resultado es un montaje fotográfico con música y voces de los alumnos, que se colgará en la página web del instituto. La calidad musical mejor no juzgarla, pero la calidad humana es de lujo.
El trabajo es la mezcla de compromiso, diversión, inocencia e ilusión. No querían defraudarme y no lo han hecho, sino todo lo contrario. He disfrutado como una enana. Me he divertido muchísimo. Me he sentido como uno más de ellos.No había maestra y alumnos, éramos iguales. Ya me siento como pez en el agua. Ya no me pesa darles clase. Llevo muchos días sin enfadarme con ellos(espero tardar mucho tiempo en volver a hacerlo)... Sigue siendo una clase desastrosa, pero ES MI CLASE. Así que intentaré resaltar lo bueno de ellos y destruir lo malo. Intentaré hacerles ver que trabajando unidos se pueden cambiar las cosas para mejor y que no sean tan pasivos. Me queda un largo camino, pero ahora sé que tengo buenos aliados. Ahora sé que aunque sea dura con ellos, aunque me enfade y cometa errores, ellos me perdonan y me respetan.
Ha sido un placer hacer lo que hemos hecho.
